jueves, 19 de noviembre de 2009

Ruta del Pantano de la Garza

El verano es la mejor época del año. El aire tiene un olor especial, la luz un color que nos obliga a andar con los ojos muy abiertos, la luna se ve clara en la noche, las calles están llenas de voces de niños. En verano vamos a la playa, miramos el mar, los atardeceres en el mar, la brisa del mar, las olas del mar, no nos cansamos de mirar el mar. El verano es inolvidable.
También tiene sus inconvenientes, sí. En verano hace mucho calor, sí. A veces tenemos que huir del día, encerrarnos en nuestras casas para olvidarnos que es verano. A veces no podemos dormir, molesta la luz de la luna que entra por la ventana abierta, molesta el calor que da esa luz de la luna y que no nos deja dormir. Las playas están llenas de gente, llenas de niños con pelotas de playa y llenas de sombrillas que no dejan ver el mar. El verano es largo y lento...en verano apenas podemos coger nuestra bicicicleta y salir a descubrir nuevos caminos ¡¡¡. El verano es la peor época del año.

Ésta es una ruta de antes del verano. En nuestra tierra, este año, no ha acabado el verano hasta hace muy pocos días. Se ha alargado y alargado...ésta temporada aún no he hecho grandes rutas, pero ésta es inolvidable y hay que contarla. Aunque sea de antes del verano, hace tanto tiempo.


Es una ruta corta, de apenas 19 kms., lineal, haremos ida y vuelta por el mismo camino. El camino está en perfecto estado, al final un poco peor, pero perfectamente transitable, y con algunas subidas, pero no demasiado duras. Los protagonistas de esta ruta son dos ríos, el Palomillas, que cruzaremos, y el San Juan, final de la ruta, donde se encuentra el Pantano que llaman de la "La Garza". Son dos de los ríos mejor conservados y más singulares de la provincia de Badajoz.Comenzamos en Puebla de la Reina, junto a una antena de telefonía que se encuentra al norte del pueblo, y desde ahí tomaremos el camino a Manchita, una pista ancha y en perfecto estado que distinguiremos perfectamente. Si no conocéis Puebla de la Reina no dejéis de visitar su plaza y su iglesia gótico mudéjar.

A poco más de un kilómetro veremos a nuestra derecha los restos de alguna antigua cantera, imagino que de granito, pues es una zona bastante rocosa, y un poco más allá, tras pasar junto a una explotación ganadera, cruzaremos sobre el río Palomillas.

El río Palomillas es zona LIC, Lugar de Interés Comunitario, en todo su recorrido, donde podemos encontrar una pequeña presa romana, puentes medievales, bosques de galería... además es el habitat natural, aparte de varias especies de aves acuáticas, de los galápagos leproso y europeo, y de la nutria. El paso de este río por nuestra ruta es precioso, corre despacio pero rodeado de vegetación, limpio y transparente.

Después paisaje. Subidas a pequeños cerros de roquedos, bajadas a pequeños valles de encinas, jara y alcornoques, aves, naturaleza, verde, azul. A unos 7,5 kms. del inicio pasamos entre las fincas de las Tejoneras, conocidas por las monterías y batidas de caza mayor que se realizan en ellas. Zona de ciervos y jabalíes, ocultos en lo más oculto de aquellas tierras..., nunca lo suficientemente ocultos.

Por último una bajada y llegamos al valle del Río San Juan, al llamado Pantano de la Garza, un lugar perfecto, sereno, lento. Silencio. Sólo aves, ánades reales, garzas, que levantan el vuelo cuando nos ven llegar. En silencio.

La vuelta la haremos por donde vinimos, volveremos a ver los mismos lugares, pero da igual... el Rio San Juan desde lejos, las Tejoneras, los valles, los roquedos, el Río Palomillas...habríamos pasado mil veces más por allí con un poco más de tiempo...pero el verano..., el verano ya estaba cerca.

(Gracias Juan por las fotografías)

jueves, 21 de mayo de 2009

Ruta de Tierra de Barros (o Ruta de los Gigantes)

¿Habéis jugado alguna vez al "si fuera"?. Pues esta ruta "si fuera" una película sería una superproducción, una de romanos, "Troya" o "Gladiator".... es una ruta enorme, larga, lenta, con momentos espectaculares...ya os digo, algo así como Ben-Hur, pero en ruta. Es una ruta para Gigantes, su recorrido puede superar los 60 kms, aunque no es difícil, tan sólo algunas cuestas no demasiado pronunciadas a lo largo de su recorrido. En realidad yo nunca la he hecho. Simplemente he unido en un solo recorrido múltiples pequeñas rutas que hemos realizado en la zona; en pleno corazón de Tierra de Barros he imaginado un recorrido que conozco bien pero que, creo, me sería imposible llevar a cabo. Yo no soy ningún Gigante.




Voy a cambiar un poco la estructura de la descripción para que se pueda seguir mejor y para que vosotros mismos podais calcular hasta donde sois capaces llegar.



Km. 0: partiremos de Almendralejo, desde la Ctra. N-630, a la altura del secadero de jamones de Torres de Briz, junto a la Renault, sale un camino que atraviesa primero la vía del tren y un poco después pasa sobre la autovía. Este es el camino de la Mina. Estamos en Tierra de Barros, así que imaginaos el paisaje: olivares y viñedos que crecen en un suelo oscuro, arcilloso, fértil y rico, surcada por arroyos que hacen que de esta tierra salgan los mejores vinos del mundo.



Km. 2,900: Llegamos a la Vía de la Plata. La antigua calzada romana que unía Hispalis con Asturica Augusta (Astorga), pasando por Emérita Augusta. Uno de los caminos con más historia del mundo. Por ella han pasado legiones romanas, cartagineses, visigodos, árabes, reyes cristianos, ejércitos franceses...y aún hoy en día seguimos transitando por la autopista construida junto a ella rumbo al norte. Es el Camino de Santiago desde el sur, el llamado "Camino Mozárabe", y es recorrido por miles de peregrinos todos los años.



Km. 5,200: Abandonamos la Vía de la Plata y seguimos a la izquierda por el Carril de Ribera. En este trayecto encontraremos un buen número de Pozos, preparados y restaurados por la Escuela Taller de Villafranca de los Barros. En la zona hemos visto en ocasiones huir de nosotros a algún lagarto ocelado. Cruzaremos el Arroyo Bonhaval y el Valdespino, y llegaremos a la Ctra. EX-334 que une Villafranca con Palomas.



Km. 13,950. Al llegar a la Ex-334 tomamos a la izquierda y a un kilómetro sale, también a la izquierda, el llamado camino de la Vega, por donde debemos seguir. Pero antes podemos acercarnos hasta unas ruinas que hay siguiendo la carretera unos 900 metros hacia Palomas. Justo donde cruza el arroyo Valmedel sale una pequeña vereda que llega hasta unas ruinas que conservan una estructura muy interesante y que merece la pena visitar, justo donde el arroyo hace una especie de "retuerta". No sabemos que tipo de edificio sería, un molino, un lavadero de lanas... ni de que tiempo sería, pero me pareció un rincón magnífico para explorar (2ª fotografía).



Km. 14,950: Tomamos el camino de la Vega, pasamos junto a unas explotaciones ganaderas y llegamos hasta un paso sobre el arroyo Valdemedel.



Km. 18,000: Si cruzamos el paso sobre el Valdemedel, a la derecha, nos encontraremos con las Cabezas del Valdemedel: un cerro de 426 m. de altitud, coronado por un índice geodésico y que nos proporcionará las mejores vistas posibles sobre toda la zona, puesto que es la mayor altura que se puede en contrar en muchos kilómetros a la redonda. Pero tenemos que volver al camino que llevábamos y dirigirnos, cuesta arriba hacia la que llaman Dehesa del Piojo. En la zona había una enorme cantidad de cuervos, y la escena me trajo el recuerdo, por su parecido, del cuadro de Van Gogh "Campo de trigos con cuervos": un camino que sube, unos cuervos sobrevolándonos, el cielo nublado....sólo cambiaría el amarillo del trigo por el color rojizo de la tierra embarrada.



Km. 20,800: Pasamos junto al Cortijo del Piojo. Aquí es cuando entiendes porque ésta tierra se llama de los Barros: era época lluvias cuando cruzamos esta zona y nos resultó durísimo su recorrido al acumularse continuamente el barro en las ruedas y tener que parar para quitarlo. El último tramo hasta el Camino del Molino lo hicimos con las bicis al hombro.



Km. 22,300: Llegamos al Camino El Molino, que no es otra cosa que la carretera BA-6003, una carretera que parte de Almendralejo, pero que llega hasta aquí. Por alguna razón la carretera terminó en medio de ninguna parte, en medio de los campos de viñas y olivos, y no avanzó más allá. Tomemos esta carretera con dirección a Almendralejo.



Km. 23,700: Cogemos un camino a la derecha que se dirige hacia la finca de Palacio Quemado. Esta es una de las fincas más grandes de la zona, de una gran tradición y en cuyo centro se encuentra uno de los cortijos más espectaculares de Extremadura, pero desde aquí no podemos llegar hasta él. Hemos cogido este camino porque al llegar a un barbecho rodeado de olivares nos saldrán al vuelo, con casi toda seguridad, un grupo de avutardas: espectaculares aves esteparias de considerable tamaño, la especie voladora más pesada del mundo. Siguiendo el camino regresaremos a la carretera y ahora iremos hacia la izquierda.



Km. 26,150: Este camino nos lleva hacia el cortijo de Las Ménsulas, pero antes de llegar pasaremos un badén sobre el arroyo Valdemedel donde podemos pararnos a descansar en su orilla bajo alguno de los árboles que lo rodean (3ª fotografía).



Km. 30,560: Pasada la zona de la Ménsulas llegamos al Camino de Alange y lo tomamos a la izquierda, dirección al pantano.



Km. 34,400: Cruzamos la carretera EX-212 y entramos en las inmediaciones del Pantano de Alange. En esta zona, si hacemos la ruta entre noviembre y marzo, no es difícil ver grullas, o bien sobrevolándonos o incluso en el suelo, comiendo. También podemos acercarnos hasta la orilla del pantano, desde donde veremos Alange y su castillo, y la enorme presa, y múltiples aves acuáticas, ánades, fochas...os recomiendo bajar hasta la orilla y disfrutar de la tranquilidad y especial belleza del lugar, aunque sea poco tiempo (que la ruta es larga y todavía queda mucho camino).


Km. 43,350: Llegamos hasta el final del camino por una pista asfaltada, junto a la orilla del Pantano de Alange. Tenemos dos opciones: si cogemos a la derecha iremos hasta otra de las orillas del pantano después de apenas 1.500 metros, donde hay un embarcadero y donde tienen en proyecto construir un complejo hotelero. Si cogemos a la izquierda seguimos el camino hacia casa bordeando este "brazo" del pantano (este brazo es precisamente el que se forma con la desembocadura de nuestro arroyo Valdemedel en el pantano). El pantano ahora está muy bajo de agua por lo que a 800 metros podemos atravesar un puente y cruzar al otro lado de este brazo sin problemas, para poder seguir nuestro camino. Pero si el pantano está alto el puente queda bajo las aguas y nos tocará dar la vuelta alrededor de todo el brazo del Valdemedel, con lo que tendríamos que hacer 4.200 mts. más...


Km. 45,150: Llegamos a la ctra. EX-105R rodeados de chalets, y tomamos la carretera con dirección a Almendralejo.


Km. 49,800: Al llegar al cruce con la EX-212 pasamos la carretera hasta el otro lado y allí tomamos un camino que sube hasta unos pinares, con ejemplares de considerable tamaño, de los pocos pinos que podemos encontrar en la comarca. Pasamos junto a una explotación ganadera y a la derecha vemos el arroyo Bonhabal, rodeado de un espeso bosquecillo de fresnos. Bajamos hasta allí, es uno de los lugares más interesantes de la zona, un fresnedal precioso, donde descubrimos un fresno que alcanzaba los 4 m. de perímetro en su tronco, un ejemplar único y espectacular por su tamaño (Coordenadas GPS 38º42´00´´N - 6º19´53''O).


Km. 51,300: El camino ahora nos lleva, una vez pasado un pequeño puente y un pozo, hasta otro cruce. Éste es el Camino Calerizo: lo tomamos hacia la derecha.


Km. 54,200: Una vez pasamos los depósitos de agua de Almendralejo llegamos de nuevo a la Calzada Romana, que cruza el Camino Calerizo. Cogemos a la izquierda, la Vía de la Plata, ya estamos casi en casa: simplemente regresamos por donde comenzamos, volvemos a tomar el Camino de la Mina cuando llegamos a él y en poco tiempo, el final.


Km. 59,900: Nos vamos a casa. Cansados. O quizás no. Dicen que los Gigantes jamás se cansan.





miércoles, 22 de abril de 2009

Ruta Monteporrino

Otra lección de historia, naturaleza y tradición. Otra lección sobre Extremadura, sobre lo que ha sido y sobre lo que ojalá siga siendo. Esta ruta nos llevará a una "dehesa comunal": una finca propiedad del municipio y cuya explotación se reparte entre todos los vecinos a través de concursos y subastas. Una forma de explotación de la dehesa propia de Extremadura desde hace muchos siglos y que ojalá nunca se pierda. Aunque sólo quede como una tradición simbólica, pero sería todo un acierto que perdurara y que nuestros hijos y nietos pudieran seguir aprendiendo de ella. La tierra es para todos.

Hoy recorreremos la finca Monteporrino, en el término de Salvaleón.

Día 11 de abril de 2.009. Sábado Santo. Un día espléndido que no se podía desaprovechar.
Caminos en magnífico estado, terreno con muchas subidas y bajadas, pero no demasiado duras.

La ruta comienza junto a la carretera la EX-320, de Salvatierra de los Barros a Salvaleón. Aproximadamente en el km. 32,5 en dirección a Salvaleón encontraremos a la izquierda la Cañada Real Portugal - Madrid perfectamente señalizada. De aquí partiremos, pero no tomaremos la Cañada Real si no un camino que sale a la derecha.

El paisaje es desde el principio espectacular, rodeados de encinas y alcornoques, que en su primer tramo forman espesos bosques, más que dehesas, y con unas vistas magníficas de las sierras que nos rodean.

Al llegar a una bifurcación debemos tomar a la izquierda, cruzando un paso canadiense, y al poco, a 2,5 aprox. del inicio de la ruta, encontramos la "piedra montá" señalizada a la izquierda: una curiosa formación rocosa que parece mantenerse en precario equilibrio.

Y seguimos descubriendo cosas, porque un kilómetro y medio después se nos señala que a la izquierda, pasando un cercado abierto, encontraremos la "tumba del moro": unas tumbas medievales excavadas en roca. El suelo de la zona es muy rocoso, con muchas formaciones graníticas, y no fui capaz de encontrar las tumbas pero es un lujo adentrarse en la zona: una frondosa vegetación con encinas formando un bosque típico mediterráneo salpicado de rocas donde puder subirte y disfrutar de las vistas por encima de los árboles.

Pero volvamos a nuestro camino, porque hay muchas más cosas que descubrir: los restos de los que se cree sería una fragüa romana (sólo distinguiremos unas piedras que posiblemente formarían los muros y el suelo, de un color mucho más oscuro del que nos rodea, 2ª fotografía) y un pilar de agua fresca, que llaman del Guijo, junto a un pequeño embalse.

A 5,5 kms. del inicio encontraremos unas casas y chozos habilitados como casas rurales y junto a una de ellas veremos unos enterramientos en cista de la edad de bronce: enterramientos rectangulares formados por lascas de rocas y cubiertos por enomes losas de granito (3ª fotografía). Yo a estas alturas estaba ya disfrutando como un niño chico con tantos descubrimientos y paisajes bellos, rodeado de rebaños de ovejas que pastaban y de olores a retama, brezo y encina. Pero hay más: a 7,5 kms. del inicio el pilar del Toril, y un poco más allá los restos de una villae romana que yo no supe distinguir de entre el resto de rocas de la zona. Por todo el lugar iba encontrando lo que creo que serían majadas de pastores construidas en piedra, o algo así, la verdad, no lo sé muy bien, me parecieron muy peculiares y fue de lo que más me llamó la atención aunque he encontrado muy poca información sobre ellas (4ª fotografía).
Y seguimos adelante...y nos encontraremos otro pilar, y un merendero, y la ermita de San Isidro de Salvaleón...y ya podemos volver, o no, porque podemos seguir hacia Salvaleón y descubrir nuevos lugares, y tomar la Ex-320, que es preciosa, y muy dura para recorrerarla con la bicicleta, una carretera practicamente de montaña...y volver al inicio de la ruta.
Hay tantas cosas que contar...y este blog es tan estrechito...

miércoles, 1 de abril de 2009

Ruta de las Lagunas de La Albuera


Un lugar diferente. Especial y único, creo, en Extremadura. Recorreremos un complejo húmedo de enorme valor natural, compuesto por múltiples lagunas, naturales y artificiales, pero con una peculiaridad: son estacionarias, y durante meses, incluso años, pueden perder completamente sus aguas. Es un paisaje extraño, solitario y duro, como de sal y barro.

22 de febrero de 2.009. Un día despejado, perfecto para correr caminos. Terreno muy llano y fácil. Ruta de 22 kms. apróximadamente, que como siempre se pueden alargar o acortar, dependiendo del tiempo que tengamos, o de lo que paremos en el camino. Yo suelo parar mucho y tener poco tiempo.

La ruta comienza en la carretera N-432 de Santa Marta de los Barros a La Albuera. A 1.700 m. aprox. del cruce con la carretera de Entrín Bajo, dirección La Albuera, veremos a nuestra derecha un cartel informativo del complejo lagunar: ahí comenzaremos hoy.
Tomaremos el camino principal y quedaremos a la izquierda otro camino que ya retomaremos. Al poco encontramos ya una pequeña laguna, con agua, muy poca, donde revoloteaban avefrías. Siguiendo el camino principal encontraremos un cercado, pero está abierto, lo pasamos y nos encontramos con la Laguna La Marciaga (primera fotografía). Ésta es una de las más grandes y tenía agua, también muy poca, a penas un palmo: este año el complejo lagunar estaba bastante seco, pero muy verde. Allí me entretuve viendo unas cigüeñelas y una garza blanca.
A la derecha, siguiendo un caminito, en teoría, debe estar la Laguna Grande, pero yo entonces no lo sabía y no fui a buscarla (vaya, otro día será). Yo seguí a la izquierda, volví a salir, por ese lado, del cercado y llegué a un cruce de caminos con otro cartel informativo. Tomé hacia la izquierda y a unos seiscientos metros encontraremos un camino, otra vez a la izquierda, con un cartel que señalaba que era una zona de avistamiento de aves esteparias. Yo no vi ninguna avutarda, ni sisón, ni tan siquiera una perdiz o una codorniz, pero yendo por este camino me dieron más o menos las cinco y media de la tarde y entonces llegó la parte espectacular de la ruta: empezaron a sobrevolar la zona cientos de grullas. El complejo lagunar debe ser dormidero de estas preciosas aves, y fue una maravilla verlas llegar volando en esas formaciones tan llamativas en forma de uno, con ese barrito tan espectacular..."grus grus grus" ...siguiendo los bandos con los prismáticos podías ver perfectamente donde tomaban tierra, pudiendo ver algún bando en el suelo a no más de cien metros.
Este camino pasa junto a otra laguna, la que llaman del Burro: también seca, es más, estaba cultivada, pero si te adentras en ella comprobarás que el suelo está húmedo. De esta zona es la segunda fotografía. Un poco más adelante llegaremos a la carretera N-432, tomaremos dirección Santa Marta y llegaremos al punto inicial de la ruta, pero recomiendo no acabarla aquí: ahora cogeremos el camino que al principio quedamos a la izquierda para llegar a otra laguna, la Laguna Chica (tercera fotografía). Completamente seca también, el terreno un poco húmedo, pero diferente a las demás...cada laguna tiene sus propias características, unas con agua, otras secas, unas muy pequeñas y otras de un tamaño considerable, alguna cultivada y otras cubiertas de vegetación silvestre...muchos pequeños mundos, y todos ellos llenos de vida.

Ya solo nos queda volver al inicio, pero esperad al atardecer, no os perdais el vuelo de las grullas en el cielo rojo de Extremadura.


miércoles, 18 de marzo de 2009

Ruta de Hornachuelos

Esta vez una ruta en busca de un poco de historia. El campo es inmenso, infinito yo creo. Ya hemos encontrado en él árboles singulares, aves en peligro, animales que huyen, arroyos, fuentes, minas, caminos...pero también hay Historia. Lugares perdidos y olvidados, que alguien reencontró en medio de esos infinitos campos.


Un día de noviembre, soleado y frío.

Una ruta de 13 kms. aproximados si volvemos por donde vinimos, si no, pues más de 13 kms aproximadamente. Como siempre se puede variar un poco la ruta y volver por otro camino, o llegar un poco más allá.

Los caminos en buen estado y fáciles de recorrer. A quienes les gusten los retos, la subida al cerro final en bicicleta es muy dura, con mucha pendiente. Yo la subí andando (no me gustan los retos).

La ruta comienza en la carretera B-6131, de Ribera del Fresno a Hinojosa del Valle, en un camino que sale a la izquierda en dirección a Hinojosa, a unos 2 kms de Ribera. Se distingue perfectamente porque hay un cartel de la Junta que señala "Oppidum romano".

El camino transcurre entre campos con poca arboleda, algunos pequeños cerros donde se van alternando zonas de cultivo de olivos y barbechos, y pastos con algunos rebaños de ovejas.

Pasaremos junto al arroyo Botoz y nos cruzaremos con dos cortijos. Casi desde el principio iremos viendo un cerro que sobresale sobre los demás, con un índice geodésico en lo alto: ese es nuestro destino. Aproximadamente a los 6,5 kms. llegaremos a él: el Oppidum de Hornachuelos. Un Oppidum es una ciudad fortificada romana, situada en una elevación del terreno para dominar una amplia zona. Este Oppidum se localiza entre los siglos II a.C. y I d.C., aunque se cree que su origen es un castro de finales de la Edad de Hierro.

Hay una cancela para pasar, pero antes de entrar, justo frente a la cancela veremos un cartel que nos señala que por allí pasa la "Cañada Real Leonesa".

Al comienzo de la subida, a la derecha encontraremos una necrópolis con diversos tipos de enterramientos, todo perfectamente explicado a través de unos carteles informativos. En la subida encontraremos más carteles y unos aljibes, y en lo alto, a 471 m., la ciudad romana. Es impresionante la vista desde allí, enclavada en un lugar estratégico, domina una enorme cantidad de terreno. Desde allí podemos ver Hornachos y casi todos los pueblos de alrededor, y en las traseras del cerro, abajo, hay una especie de chozos y cercados de piedra muy interesantes, que no sé si formarán parte del yacimiento o si serán construcciones posteriores.
En la última fotografía podeis ver el casco urbano de la ciudad, con su entramado de calles, casas y murallas: una maravilla pasear entre ellas e imaginarlas llenas de vida hace mas de 2000 años.

Después la vuelta, que ya no tardará mucho en anochecer y nos esperan. Podemos volver por el mismo camino, pero mejor si seguimos por la "Cañada Real Leonesa Occidental" (la he señalado en rojo en el mapa), que antes mencioné, hacia Hornachos. Esta Cañada era una de las más importantes vías de la transhumancia de la Península Ibérica. Comunicaba el Norte con el Sur, recorre 700 kms de León a Badajoz, y fue usada por La Mesta desde los tiempos de la Reconquista.

Al llegar a un cruce de caminos tenemos dos opciones: hacia la derecha al Embalse de los Molinos o hacia la izquierda hacia Puebla del Prior. Si elegís el embalse no saldréis defraudados, es una zona perfecta para el avistamiento de aves acuáticas, grullas, ánades, fochas.... pero nosotros no tenemos más tiempo, iremos hacia Puebla del Prior, después Ribera del Fresno y acabamos la ruta donde la empezamos.

martes, 24 de febrero de 2009

Ruta Perdida


Una ruta que ya no lo es. Unos caminos que ya no lo serán. Quedarán hundidos, perdidos allí abajo, solitarios. Nadie los caminará más.

Esta ruta es muy especial porque en poco tiempo va a quedar bajo el agua por la construcción de la Presa de Villalba, que ya ha comenzado. Nosotros hemos hecho tres recorridos distintos en esta zona y los tres nos encantaron: es una zona de dehesas preciosa, en unos de sus límites, la carretera, en el otro el Río Guadajira, y en medio encinas, pequeños cerros con magníficas vistas y color, sobre todo verde, mucho verde.

No recuerdo qué días hicimos las rutas, la repetimos hasta tres veces, cambiando un poco los recorridos, y hubo de todo, la tercera vez nos llovió bastante. Hasta el Río Guadajira hay 3,5 kms., después se puede alargar la ruta tanto como se desee.

La ruta comienza en la carretera BA-V-9011, de Villalba de los Barros a La Parra, en el km. 3 aproximadamente, dirección La Parra, en un camino que sale a la izquierda.

El camino es perfecto para disfrutar de él: un paisaje precioso, rodeado de encinas y múltiples arroyos con más o menos agua, que corren junto a él. A derecha e izquierda van quedando algunos caminos que podemos recorrer y perdernos entre ellos. Nosotros, en una de las rutas tomamos un camino que subía hasta el "Cortijo del Conde" y desde allí lo mejor es dejarse llevar por los senderos y caminos, y subir y bajar aquellos cerros, y cruzar los arroyos...
Pero volvamos al camino principal y lleguemos hasta el río Guadajira: podemos cruzarlo perfectamente porque tenían hecho un paso con maderas, piedras y troncos, y justo al otro lado (en el mapa señalado con una marca azul) las excavaciones arqueológicas de unos restos romanos. Al parecer se trataba de un especie de fábrica, puesto que había restos de hornos, no sabían si de curtido de pieles, alfarería...pero ocupaba una gran extensión, con múltiples edificios: un descubrimiento maravilloso. Pues justo aquí es donde van a construir la presa. En las dos fotografías de mi amigo Juan se pueden ver las excavaciones arquelógicas y el precioso entorno en que se encuentran. Alrededor se cree que también debe haber alguna villa romana y restos de más construcciones. Todo quedará bajo el agua.

Volviendo otra vez al otro lado del río podemos seguir el camino por la ribera del Guadajira, es un río interesante, con mucha vida, que suele llevar bastante agua. Al principio del recorrido encontramos la Fuente de los Caños, y un poco después vimos una nutria, que rápidamente se lanzaba al agua. Después correr por el camino, siempre junto al río, hasta que llegue la hora de volver, o nos cansemos, o llueva, y empapados tengamos que regresar.
Una ruta que ya no lo es.

jueves, 5 de febrero de 2009

Ruta Valle del Infierno

Esta ruta, quizás ya tenga otro nombre: a lo mejor alguien antes que nosotros ya la ha recorrido y la ha llamado de alguna otra forma. Quizás su nombre sea Ruta de la Vereda Realenga, o Ruta de Palomas, o Ruta Rota, o Ruta a la vera del río. No sé.

Yo la he llamado "Ruta del Valle del Infierno", es un nombre bonito y quien sabe a lo mejor nunca nadie la hizo y entonces hay que darle un nombre bonito para que perdure para siempre.

Día 24 de enero de 2.009. En lo más crudo del crudo invierno. Frío, viento, nubes amenazando lluvia...

22 Kms. aproximadamente, aunque hubo diferencia de opinión entre los que fuimos (Juan, Javi y yo), sobre la distancia recorrida; pero bueno más o menos...

La ruta transcurre en una zona muy parcelada, con muchas fincas, hay que pasar muchas puertas, así que si alguien la hace algún día, por favor, tened cuidado, cerrad las puertas a vuestro paso y sed respetuosos con las fincas que crucéis.

La ruta comienza en la carretera de Almendralejo a Palomas, EX-212. En dirección a Palomas, en el km. 11, sale a la derecha un camino. Es la Vereda Realenga, y es la primera parte de nuestro recorrido. Transcurre el camino entre dehesas y pequeños cerros, prácticamente vírgenes (la primera fotografía es de esta zona). Al poco cruzamos el Arroyo del Infierno, que hoy estaba seco, pero la zona hace un pequeño valle en el que dan ganas de quedarse y acabar la ruta allí mismo (las tentaciones del infierno). A la derecha hay una fuente, un lugar precioso, otra tentación más. (segunda foto).

Se puede seguir la vereda Realenga entre estos paisajes hasta dar con la carretera EX-334, o bien perderse entre aquellos caminos, como hicimos nosotros: tras pasar la finca "El Cuartel" tomamos dirección al Río Matachel. En esta zona el Matachel hace, lo que llaman, una "Retuerta" y el camino pasa junto a un cerro, "El Bujío", que nosotros no subimos, pero desde el que se debe tener una perfecta panorámica de la curva del río. Bajamos hasta el Matachel y como llevaba en este tramo muy poca agua lo cruzamos y siguiendo su ribera (a veces a pie, porque perdimos las veredas) llegamos al antiguo puente de la carretera EX-334, y de allí a la nueva carretera, pasando junto a la Fuente Josefina.

El resto del camino es por carretera. Una vez tomamos la EX-334, a unos 900 m. nos encontraremos con el inicio de la Ruta de Mina Afortunada, y a partir de allí la carretera coincide con la antigüa Cañada Real Leonesa ( aveces la Cañada se separa de la carretera y discurre paralela a ella) hasta Palomas.

Palomas: iglesia mudéjar, puente medieval, pequeña presa romana...otro día pasaremos más despacio a visitarla.

Aquí tomaremos otra vez la EX-212, esta vez dirección Almendralejo. Al poco de pasar Palomas, en las dehesas que quedamos a la derecha vimos un pequeño bando de grullas. Toda esa zona, ya muy próxima al pantano de Alange, es zona de hivernada de grullas y no es difícil verlas si te adentras un poco. Siguiendo la carretera nos encontramos a la derecha el palacio-cortijo de Las Poyatas. Un magnífico edificio de estilo inglés de finales del XIX, que durante la posguerra fue utilizado como sanatorio para tuberculosos (una curiosidad, el edificio tiene 365 ventanas).

Llegamos, ya casi al final, al puente sobre el Matachel con unas magníficas vistas del río (última fotografía, que no es de este año, este año lleva muy poca agua, al fondo se puede ver como hace la "retuerta" el río).

Y nada más, la ruta, al poco de cruzar el puente, como todo, llegó a su fin.

FIN.