miércoles, 1 de abril de 2009

Ruta de las Lagunas de La Albuera


Un lugar diferente. Especial y único, creo, en Extremadura. Recorreremos un complejo húmedo de enorme valor natural, compuesto por múltiples lagunas, naturales y artificiales, pero con una peculiaridad: son estacionarias, y durante meses, incluso años, pueden perder completamente sus aguas. Es un paisaje extraño, solitario y duro, como de sal y barro.

22 de febrero de 2.009. Un día despejado, perfecto para correr caminos. Terreno muy llano y fácil. Ruta de 22 kms. apróximadamente, que como siempre se pueden alargar o acortar, dependiendo del tiempo que tengamos, o de lo que paremos en el camino. Yo suelo parar mucho y tener poco tiempo.

La ruta comienza en la carretera N-432 de Santa Marta de los Barros a La Albuera. A 1.700 m. aprox. del cruce con la carretera de Entrín Bajo, dirección La Albuera, veremos a nuestra derecha un cartel informativo del complejo lagunar: ahí comenzaremos hoy.
Tomaremos el camino principal y quedaremos a la izquierda otro camino que ya retomaremos. Al poco encontramos ya una pequeña laguna, con agua, muy poca, donde revoloteaban avefrías. Siguiendo el camino principal encontraremos un cercado, pero está abierto, lo pasamos y nos encontramos con la Laguna La Marciaga (primera fotografía). Ésta es una de las más grandes y tenía agua, también muy poca, a penas un palmo: este año el complejo lagunar estaba bastante seco, pero muy verde. Allí me entretuve viendo unas cigüeñelas y una garza blanca.
A la derecha, siguiendo un caminito, en teoría, debe estar la Laguna Grande, pero yo entonces no lo sabía y no fui a buscarla (vaya, otro día será). Yo seguí a la izquierda, volví a salir, por ese lado, del cercado y llegué a un cruce de caminos con otro cartel informativo. Tomé hacia la izquierda y a unos seiscientos metros encontraremos un camino, otra vez a la izquierda, con un cartel que señalaba que era una zona de avistamiento de aves esteparias. Yo no vi ninguna avutarda, ni sisón, ni tan siquiera una perdiz o una codorniz, pero yendo por este camino me dieron más o menos las cinco y media de la tarde y entonces llegó la parte espectacular de la ruta: empezaron a sobrevolar la zona cientos de grullas. El complejo lagunar debe ser dormidero de estas preciosas aves, y fue una maravilla verlas llegar volando en esas formaciones tan llamativas en forma de uno, con ese barrito tan espectacular..."grus grus grus" ...siguiendo los bandos con los prismáticos podías ver perfectamente donde tomaban tierra, pudiendo ver algún bando en el suelo a no más de cien metros.
Este camino pasa junto a otra laguna, la que llaman del Burro: también seca, es más, estaba cultivada, pero si te adentras en ella comprobarás que el suelo está húmedo. De esta zona es la segunda fotografía. Un poco más adelante llegaremos a la carretera N-432, tomaremos dirección Santa Marta y llegaremos al punto inicial de la ruta, pero recomiendo no acabarla aquí: ahora cogeremos el camino que al principio quedamos a la izquierda para llegar a otra laguna, la Laguna Chica (tercera fotografía). Completamente seca también, el terreno un poco húmedo, pero diferente a las demás...cada laguna tiene sus propias características, unas con agua, otras secas, unas muy pequeñas y otras de un tamaño considerable, alguna cultivada y otras cubiertas de vegetación silvestre...muchos pequeños mundos, y todos ellos llenos de vida.

Ya solo nos queda volver al inicio, pero esperad al atardecer, no os perdais el vuelo de las grullas en el cielo rojo de Extremadura.


2 comentarios:

  1. Al fin encontré tu blog ;-)

    Muy interesante esto de hacer rutas por la Extremadura rural (casi toda ella). La Albuera además es punto de encuentro para la historia, con su famosa batalla contra los franceses, en la que más 15.000 combatientes de ambos bandos murieron allá a principios del XIX. Los Extremeños siempre ayudando a forjar la historia de España...

    ¿Cual será la próxima ruta?

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