jueves, 21 de mayo de 2009

Ruta de Tierra de Barros (o Ruta de los Gigantes)

¿Habéis jugado alguna vez al "si fuera"?. Pues esta ruta "si fuera" una película sería una superproducción, una de romanos, "Troya" o "Gladiator".... es una ruta enorme, larga, lenta, con momentos espectaculares...ya os digo, algo así como Ben-Hur, pero en ruta. Es una ruta para Gigantes, su recorrido puede superar los 60 kms, aunque no es difícil, tan sólo algunas cuestas no demasiado pronunciadas a lo largo de su recorrido. En realidad yo nunca la he hecho. Simplemente he unido en un solo recorrido múltiples pequeñas rutas que hemos realizado en la zona; en pleno corazón de Tierra de Barros he imaginado un recorrido que conozco bien pero que, creo, me sería imposible llevar a cabo. Yo no soy ningún Gigante.




Voy a cambiar un poco la estructura de la descripción para que se pueda seguir mejor y para que vosotros mismos podais calcular hasta donde sois capaces llegar.



Km. 0: partiremos de Almendralejo, desde la Ctra. N-630, a la altura del secadero de jamones de Torres de Briz, junto a la Renault, sale un camino que atraviesa primero la vía del tren y un poco después pasa sobre la autovía. Este es el camino de la Mina. Estamos en Tierra de Barros, así que imaginaos el paisaje: olivares y viñedos que crecen en un suelo oscuro, arcilloso, fértil y rico, surcada por arroyos que hacen que de esta tierra salgan los mejores vinos del mundo.



Km. 2,900: Llegamos a la Vía de la Plata. La antigua calzada romana que unía Hispalis con Asturica Augusta (Astorga), pasando por Emérita Augusta. Uno de los caminos con más historia del mundo. Por ella han pasado legiones romanas, cartagineses, visigodos, árabes, reyes cristianos, ejércitos franceses...y aún hoy en día seguimos transitando por la autopista construida junto a ella rumbo al norte. Es el Camino de Santiago desde el sur, el llamado "Camino Mozárabe", y es recorrido por miles de peregrinos todos los años.



Km. 5,200: Abandonamos la Vía de la Plata y seguimos a la izquierda por el Carril de Ribera. En este trayecto encontraremos un buen número de Pozos, preparados y restaurados por la Escuela Taller de Villafranca de los Barros. En la zona hemos visto en ocasiones huir de nosotros a algún lagarto ocelado. Cruzaremos el Arroyo Bonhaval y el Valdespino, y llegaremos a la Ctra. EX-334 que une Villafranca con Palomas.



Km. 13,950. Al llegar a la Ex-334 tomamos a la izquierda y a un kilómetro sale, también a la izquierda, el llamado camino de la Vega, por donde debemos seguir. Pero antes podemos acercarnos hasta unas ruinas que hay siguiendo la carretera unos 900 metros hacia Palomas. Justo donde cruza el arroyo Valmedel sale una pequeña vereda que llega hasta unas ruinas que conservan una estructura muy interesante y que merece la pena visitar, justo donde el arroyo hace una especie de "retuerta". No sabemos que tipo de edificio sería, un molino, un lavadero de lanas... ni de que tiempo sería, pero me pareció un rincón magnífico para explorar (2ª fotografía).



Km. 14,950: Tomamos el camino de la Vega, pasamos junto a unas explotaciones ganaderas y llegamos hasta un paso sobre el arroyo Valdemedel.



Km. 18,000: Si cruzamos el paso sobre el Valdemedel, a la derecha, nos encontraremos con las Cabezas del Valdemedel: un cerro de 426 m. de altitud, coronado por un índice geodésico y que nos proporcionará las mejores vistas posibles sobre toda la zona, puesto que es la mayor altura que se puede en contrar en muchos kilómetros a la redonda. Pero tenemos que volver al camino que llevábamos y dirigirnos, cuesta arriba hacia la que llaman Dehesa del Piojo. En la zona había una enorme cantidad de cuervos, y la escena me trajo el recuerdo, por su parecido, del cuadro de Van Gogh "Campo de trigos con cuervos": un camino que sube, unos cuervos sobrevolándonos, el cielo nublado....sólo cambiaría el amarillo del trigo por el color rojizo de la tierra embarrada.



Km. 20,800: Pasamos junto al Cortijo del Piojo. Aquí es cuando entiendes porque ésta tierra se llama de los Barros: era época lluvias cuando cruzamos esta zona y nos resultó durísimo su recorrido al acumularse continuamente el barro en las ruedas y tener que parar para quitarlo. El último tramo hasta el Camino del Molino lo hicimos con las bicis al hombro.



Km. 22,300: Llegamos al Camino El Molino, que no es otra cosa que la carretera BA-6003, una carretera que parte de Almendralejo, pero que llega hasta aquí. Por alguna razón la carretera terminó en medio de ninguna parte, en medio de los campos de viñas y olivos, y no avanzó más allá. Tomemos esta carretera con dirección a Almendralejo.



Km. 23,700: Cogemos un camino a la derecha que se dirige hacia la finca de Palacio Quemado. Esta es una de las fincas más grandes de la zona, de una gran tradición y en cuyo centro se encuentra uno de los cortijos más espectaculares de Extremadura, pero desde aquí no podemos llegar hasta él. Hemos cogido este camino porque al llegar a un barbecho rodeado de olivares nos saldrán al vuelo, con casi toda seguridad, un grupo de avutardas: espectaculares aves esteparias de considerable tamaño, la especie voladora más pesada del mundo. Siguiendo el camino regresaremos a la carretera y ahora iremos hacia la izquierda.



Km. 26,150: Este camino nos lleva hacia el cortijo de Las Ménsulas, pero antes de llegar pasaremos un badén sobre el arroyo Valdemedel donde podemos pararnos a descansar en su orilla bajo alguno de los árboles que lo rodean (3ª fotografía).



Km. 30,560: Pasada la zona de la Ménsulas llegamos al Camino de Alange y lo tomamos a la izquierda, dirección al pantano.



Km. 34,400: Cruzamos la carretera EX-212 y entramos en las inmediaciones del Pantano de Alange. En esta zona, si hacemos la ruta entre noviembre y marzo, no es difícil ver grullas, o bien sobrevolándonos o incluso en el suelo, comiendo. También podemos acercarnos hasta la orilla del pantano, desde donde veremos Alange y su castillo, y la enorme presa, y múltiples aves acuáticas, ánades, fochas...os recomiendo bajar hasta la orilla y disfrutar de la tranquilidad y especial belleza del lugar, aunque sea poco tiempo (que la ruta es larga y todavía queda mucho camino).


Km. 43,350: Llegamos hasta el final del camino por una pista asfaltada, junto a la orilla del Pantano de Alange. Tenemos dos opciones: si cogemos a la derecha iremos hasta otra de las orillas del pantano después de apenas 1.500 metros, donde hay un embarcadero y donde tienen en proyecto construir un complejo hotelero. Si cogemos a la izquierda seguimos el camino hacia casa bordeando este "brazo" del pantano (este brazo es precisamente el que se forma con la desembocadura de nuestro arroyo Valdemedel en el pantano). El pantano ahora está muy bajo de agua por lo que a 800 metros podemos atravesar un puente y cruzar al otro lado de este brazo sin problemas, para poder seguir nuestro camino. Pero si el pantano está alto el puente queda bajo las aguas y nos tocará dar la vuelta alrededor de todo el brazo del Valdemedel, con lo que tendríamos que hacer 4.200 mts. más...


Km. 45,150: Llegamos a la ctra. EX-105R rodeados de chalets, y tomamos la carretera con dirección a Almendralejo.


Km. 49,800: Al llegar al cruce con la EX-212 pasamos la carretera hasta el otro lado y allí tomamos un camino que sube hasta unos pinares, con ejemplares de considerable tamaño, de los pocos pinos que podemos encontrar en la comarca. Pasamos junto a una explotación ganadera y a la derecha vemos el arroyo Bonhabal, rodeado de un espeso bosquecillo de fresnos. Bajamos hasta allí, es uno de los lugares más interesantes de la zona, un fresnedal precioso, donde descubrimos un fresno que alcanzaba los 4 m. de perímetro en su tronco, un ejemplar único y espectacular por su tamaño (Coordenadas GPS 38º42´00´´N - 6º19´53''O).


Km. 51,300: El camino ahora nos lleva, una vez pasado un pequeño puente y un pozo, hasta otro cruce. Éste es el Camino Calerizo: lo tomamos hacia la derecha.


Km. 54,200: Una vez pasamos los depósitos de agua de Almendralejo llegamos de nuevo a la Calzada Romana, que cruza el Camino Calerizo. Cogemos a la izquierda, la Vía de la Plata, ya estamos casi en casa: simplemente regresamos por donde comenzamos, volvemos a tomar el Camino de la Mina cuando llegamos a él y en poco tiempo, el final.


Km. 59,900: Nos vamos a casa. Cansados. O quizás no. Dicen que los Gigantes jamás se cansan.





3 comentarios:

  1. Con gente como vosotros, quién no conozca Extremadura es porque no quiere :-)

    Ala, seguid explorando caminos y enseñándolos a los demás.

    Paco.

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  2. Que curro de blog! Felicidades!!!

    Me parece super útil y bien documentado, enhorabuena sinceramente. Y eso que a mi estas cosas no me van, soy más de moverme poco... para bailar si eso, pero no más.

    Besos!

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  3. ERES LA CAÑA¡¡
    ESTA MISMA TARDE HAREMOS UNA PARTE DESDE ALMENDRALEJO, NOSOTROS SI QUE NO SOMOS GIGANTES...
    GRACIAS DE VERAS POR DEDICAR TU TIEMPO A MOSTRAR COSAS TAN GENIALES AL RESTO DEL MUNDO.....
    UN SALUDO DESDE VILLAFRANCA.

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