También tiene sus inconvenientes, sí. En verano hace mucho calor, sí. A veces tenemos que huir del día, encerrarnos en nuestras casas para olvidarnos que es verano. A veces no podemos dormir, molesta la luz de la luna que entra por la ventana abierta, molesta el calor que da esa luz de la luna y que no nos deja dormir. Las playas están llenas de gente, llenas de niños con pelotas de playa y llenas de sombrillas que no dejan ver el mar. El verano es largo y lento...en verano apenas podemos coger nuestra bicicicleta y salir a descubrir nuevos caminos ¡¡¡. El verano es la peor época del año.
Ésta es una ruta de antes del verano. En nuestra tierra, este año, no ha acabado el verano hasta hace muy pocos días. Se ha alargado y alargado...ésta temporada aún no he hecho grandes rutas, pero ésta es inolvidable y hay que contarla. Aunque sea de antes del verano, hace tanto tiempo.

Es una ruta corta, de apenas 19 kms., lineal, haremos ida y vuelta por el mismo camino. El camino está en perfecto estado, al final un poco peor, pero perfectamente transitable, y con algunas subidas, pero no demasiado duras. Los protagonistas de esta ruta son dos ríos, el Palomillas, que cruzaremos, y el San Juan, final de la ruta, donde se encuentra el Pantano que llaman de la "La Garza". Son dos de los ríos mejor conservados y más singulares de la provincia de Badajoz.
A poco más de un kilómetro veremos a nuestra derecha los restos de alguna antigua cantera, imagino que de granito, pues es una zona bastante rocosa, y un poco más allá, tras pasar junto a una explotación ganadera, cruzaremos sobre el río Palomillas.
El río Palomillas es zona LIC, Lugar de Interés Comunitario, en todo su recorrido, donde podemos encontrar una pequeña presa romana, puentes medievales, bosques de galería... además es el habitat natural, aparte de varias especies de aves acuáticas, de los galápagos leproso y europeo, y de la nutria. El paso de este río por nuestra ruta es precioso, corre despacio pero rodeado de vegetación, limpio y transparente.
Después paisaje. Subidas a pequeños cerros de roquedos, bajadas a pequeños valles de encinas, jara y alcornoques, aves, naturaleza, verde, azul. A unos 7,5 kms. del inicio pasamos entre las fincas de las Tejoneras, conocidas por las monterías y batidas de caza mayor que se realizan en ellas. Zona de ciervos y jabalíes, ocultos en lo más oculto de aquellas tierras..., nunca lo suficientemente ocultos.
Por último una bajada y llegamos al valle del Río San Juan, al llamado Pantano de la Garza, un lugar perfecto, sereno, lento. Silencio. Sólo aves, ánades reales, garzas, que levantan el vuelo cuando nos ven llegar. En silencio.
La vuelta la haremos por donde vinimos, volveremos a ver los mismos lugares, pero da igual... el Rio San Juan desde lejos, las Tejoneras, los valles, los roquedos, el Río Palomillas...habríamos pasado mil veces más por allí con un poco más de tiempo...pero el verano..., el verano ya estaba cerca.
(Gracias Juan por las fotografías)